Gobernador Vargas apunta a «postergación» de Atacama y dice que no se ve «voluntad» del Ejecutivo de resolver sus problemas
Con una desocupación que llegó al 10,2%, Atacama se convirtió ayer en la región con la mayor tasa del país y la única que alcanzó los dos dígitos. Situación que se suma a otras problemáticas que aquejan a la zona como la profunda crisis educacional y el cierre de la Fundición Hernán Videla Lira (FHVL) de Enami. «Yo diría que tenemos casi una tormenta perfecta en Atacama por la cantidad de problemas que se están evidenciando.
Aquí en Atacama hace mucho rato que se viene instalando una sensación de postergación, de no sentirse tomado en cuenta», señaló el gobernador regional de Atacama Miguel Vargas, respecto a estas situaciones.
Sobre las cifras de desempleo en particular, Vargas aseguró que son «bastante preocupantes», así explicó que «en general en los últimos tiempos (la región) ha tenido tasas cercanas al promedio, levemente superiores al promedio nacional, pero nunca la región perdía su capacidad de generar empleo.
Ahora en este informe vemos una disminución en el nivel de ocupados, lo que hace mucho más preocupante el dato que arroja el INE». Sobre cómo se enfrenta este panorama, la autoridad regional cree que «hay que seguir trabajando en el maco de la necesaria alianza público-privada, porque el empleo se resuelve con más inversión, no hay otra receta».
De este modo, detalló que como Gore tiene aprobado un importante paquete de $16 mil millones para varias obras junto a municipios de la región, lo cual ayuda a reactivar el empleo. Asimismo, indicó que también «el Estado tiene que hacer lo suyo, acelerar las obras públicas, la construcción de viviendas sociales», así como la puesta en marcha de iniciativas de inversión privada en la región.
Respecto al tema minero y el cierre de la fundición, Vargas expresó que pueden tener discrepancias sobre el tema, pero recalcó que «a lo menos lo que esperamos en nuestro territorio es tener la oportunidad de discutir esto, de ser parte de una toma de decisión de algo que impacta en el territorio».
Algo que asegura han planteado también al Gobierno, pues algo que sostiene «va acrecentando esa sensación de postergación». «Si tal vez la actual fundición hay que cerrarla, el momento es cuándo. Y eso tiene que ver con cuándo tengamos más certezas del nuevo proyecto (…) esas certezas están ausentes».
