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Walt Disney: la vida y polémicas del fundador del estudio

Mientras el estudio que ayudó a montar celebra cien años desde su fundación, la vida de Walt Disney guarda varios sinsabores que podrían mancillar su carrera, como la versión que denuncia que no habría sido el creador del popular Mickey Mouse.

 

En un garage. Al igual que otras fábulas de millonarios, el sueño de Walt y Roy, hermano del dibujante, empezó con un pequeño lugar que guardaba el potencial de los sueños de Walter Elias Disney, el padre de Mickey Mouse, que inició en el mundo de las ilustraciones a través de cursos por correo y después asistió a clases en el Instituto de Arte y Escuela de Diseño de Kansas City.

De este modo, la Disney Brothers Cartoon Studio, vio la luz. Un 16 de octubre de 1923. Un anhelo que parecía imposible para el hijo de Elias Disney, un carpintero que buscó suerte trabajando en la agricultura sin éxito. Junto a él estaba la matriarca del clan, Flora Call, quien ejerció como profesora de escuela.

Con vaivenes económicos, como cualquier familia norteamericana, los Disney ejercieron en múltiples oficios, entre ellos, como repartidores de periódicos. Aunque después de la Primera Guerra Mundial, donde fue chofer de ambulancias, Walt volvió a Kansas en 1919, para cumplir el objetivo número uno de su vida: dedicarse al dibujo.

Pero no estaba solo, junto a Ub Iwerks, fundaron el Iwerks and Disney Comercial Ads y ejerció como director creativo de Laugh-O-Gram, otro estudio que tuvo corta duración.

Y desde ese momento, asoman los primeros atisbos de polémica en torno al fundador y su socio, que creó al ratón Mickey, la cara visible de la compañía que este año cumple 100 años de existencia.

El confuso nacimiento de Mickey Mouse

Al lado de Iwerks, el trabajo constante dio frutos, puesto que el talento de Ub permitió dar vida a Mortimer, el animal que evolucionaría a Mickey Mouse. Con ello, el ratón protagonizó el Barco de Vapor Willie, estrenado en 1928, siendo el primer corto animado bajo la marca del nuevo estudio. No obstante, mientras la empresa crecía, la amistad entre ambos socios se trizaba.

De acuerdo con El País, el quiebre ocurrió porque un niño quiso un ratón Mickey, pero como Walt no sabía dibujarlo, le pasó el trozo de papel al ilustrador. Con este gesto, la asociación murió en 1930. Del mismo modo, que la popularidad de Disney aumentaba, la carrera de Ub Iwerks conoció el lado amargo del entretenimiento, pues iba de estudio en estudio tratando de emular el éxito de su exsocio.

Pese a lo amargo de la relación laboral, volvió una década más tarde, para implementar mejoras técnicas, vistas en películas como Mary Poppins, donde contribuyó al desarrollo del Color Traveling Matte Composite Cinematography, una invención que permitía a los actores reales interactuar con dibujos en 2D.

Las mil caras de Walt Disney

Prácticamente durante los años que se mantuvo activo, Walt Disney cosechó éxitos, empezando con Blancanieves y los siete enanitos, lanzado en 1937. Desde entonces, estrenó Pinocho (1940), Dumbo (1941), Bambi (1942), La bella durmiente (1959) y Mary Poppins (1964), entre otros, siendo verdaderos clásicos de la animación de todos los tiempos.

Sin embargo, hay versiones que indican que el empresario tenía un trato déspota con sus empleados, prohibiendo el vello facial, como la barba o el bigote, porque de esta forma evitaba ser opacado por sus subalternos, recogió La Razón.

Igualmente, durante la producción de la cinta Dumbo, enfrentó una huelga de sus empleados, que lo acusaban de explotación laboral. Así, muchos de sus dibujantes dejaron la empresa, lo que sería una constante mientras estuvo al frente de la compañía.

Por otra parte, la faceta más cuestionable del creador de Disney World, es su papel durante la Segunda Guerra Mundial, ya que la cabeza de la “fábrica de los sueños” abrió un departamento con el fin de crear propaganda para la guerra.

Así pues, colaboró con el gobierno estadounidense para cazar los valores comunistas que se infiltraban en la industria a través de la Alianza Cinematográfica para la Preservación de los Ideales Americanos, una organización de marcada tendencia de derecha, cuyos miembros eran actores, directores y productores, quienes promovieron ideas antisemitas, mientras abogaban por la pureza de los ideales norteamericanos.

 

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