Amor Amarillo, primer álbum solista de Gustavo Cerati, cumplió 30 años
La creación de 54 minutos de duración, es una celebración a la vida y al amor, sumado a la alegría de la llegada de Benito, primer hijo del músico junto a la chilena Cecilia Amenábar.
“Amor Amarillo” fue el primer trabajo solista de Gustavo Cerati. El disco, grabado en Chile, se gestó durante una pausa de Soda Stereo, y en el inicio de una nueva familia: los Cerati Amenábar.
El 1 de noviembre de 1993, Amor Amarillo vio la luz tras ser cocinado en la intimidad de la casa de Gustavo y Cecilia en Providencia.
La pronta llegada de Benito, primer hijo de la pareja, todo lo que rodeaba la gestación y el contexto de amor, fue justamente lo que inspiró a Cerati a grabar el disco, desde el tono amarillo del álbum que el propio músico dijo que se basó en el ámbar como una metáfora, hasta la participación de Amenábar embarazada en el video de Te llevo para que me lleves.
Por esos años, Gustavo asentado en Santiago y consolidado en su amor con Cecilia Amenábar, estaba próximo a convertirse en padre, noticia que comenzó a nutrir de nuevas ideas al músico, las que finalmente se concretaron y materializaron en Amor amarillo, su primer disco como solista y que se dio a conocer, el 1 de noviembre de 1993.
A Culto, de La Tercera, Cecilia Amenábar entregó luces de lo que fue parte del proceso creativo de Gustavo para su debut solista, basado en el constate estado de “embriaguez” de amor.
De hecho, durante una noche en Caracas, Gustavo y Cecilia comenzaron un juego de palabras, de la que surgió una frase que marcaría un antes y un después: “yo te llevo, tú me llevas”, la base de lo que sería Te llevo para que me lleves.
“Me acuerdo que esa salió de un paseo que hicimos a una feria de diversiones cerca de Caracas”, indica Cecilia Amenábar al medio citado.
“Y antes de subir a la rueda mágica empezamos a cantar cosas sin sentido, a caminar abrazados con un estilo caribeño, como borrachos de amor. De la burla mutua de cómo pronunciamos la ‘LL’ los chilenos y los argentinos salió esa frase llena de ‘LL’. Nos matábamos de la risa todo el día. Gustavo era una persona extremadamente graciosa y yo tengo lo mío también” añade.
El sol, la luz, la vida
El amor en la casa de Cerati existía, ¿y el amarillo? También. El título de la obra, se refiere a la luz solar y a la energía del astro, que genera vida y que permite el caos y felicidad en la tierra.
Con su presente “nuevo”, lejos de ser el inconfundible músico por cada rincón de Argentina en su explosión de Soda Stereo, y andando en metro codeándose con los santiaguinos, Cerati moldeó temas inspirados en los días de vacaciones junto a Cecilia, tales como Te llevo para que me lleves, Lisa y Amor Amarillo, todo esto con su sello de guitarra, muy al estilo The Beatles con arpegios suaves.
“Cuerpos de luz/corriendo en pleno cielo/cristales de amor amarillo”, dice parte de la letra.
Como se sabe, Cerati también tuvo un profundo interés en la electrónica, lo que después se manifestó en “Plan V”, grupo dedicado a dicho genero y que gestó junto a los chilenos Andrés Bucci, Christian Powditch y Guillermo Ugarte. Sin embargo, Pulsar, ya mostraba tintes que lo transportaban a los beats mas prominentes, sin dejar de lado la introspectiva letra.
“En viaje hacia la redención, la luz no deja de pulsar/creo en el amor porque nunca estoy satisfecho” añade el tema.
La creación de 11 canciones y de 54 minutos de duración, es una celebración a la vida y al amor, con el respaldo de la alegría de la llegada de Benito, primer hijo de Gustavo y Cecilia.
