PAÍS

Presidente Boric: “Sin lugar a dudas, Chile está mejor que como lo recibimos”

"Quienes dicen que vamos camino al despeñadero están completamente equivocados", afirmó el Mandatario, ad portas de cumplir dos años de Gobierno.

 

El Presidente Gabriel Boric, que este lunes cumplirá dos años gobernando Chile, afirmó que el país hoy «está mejor» que como era antes de asumir su mandato, el 11 de marzo del 2022, y reivindicó la capacidad que ha desarrollado para «virar, flexibilizar y adecuar» sus posturas sobre algunos temas en política, pues ésta «no es para fanáticos».

«Sin lugar a dudas, Chile está ahora mejor que en marzo de 2022», respondió enfático en entrevista con el diario español El País, publicada este domingo.

Recordó que «recibimos un país con más de 8% de inflación y ahora ronda el 4,5%; un país cuyas perspectivas económicas eran negativas y hemos vuelto a comenzar a crecer; un país con graves conflictos de orden público, con una violencia creciente en La Araucanía; un país fracturado socialmente; un país con una inmigración absolutamente descontrolada».

«Sin caer en la autocomplacencia, pero quienes dicen que no se ha hecho nada y que Chile va camino al despeñadero están completamente equivocados. El país está mejor que como lo recibimos», remarcó.

De todos modos, reconoció que «hay muchas cosas que pudieron hacerse mejor».

Pero en ese marco, hizo hincapié en que -a su juicio- «este Gobierno tiene una particularidad: la coalición que lo sustenta se forjó en segunda vuelta electoral y por lo tanto carecía de una cultura de trabajo en conjunto. Eso es algo que ha costado desarrollar, pero que vamos a lograr cuajar. Y sobre decisiones de políticas públicas específicas, creo que el haber apostado tanto al resultado del primer proceso constitucional y haber postergado reformas importantes en función de ello, es algo que yo haría de manera diferente hoy día».

Igualmente, ahondó, «en un comienzo no dimensionamos la importancia de dos aspectos fundamentales que hoy son prioridad en mi Gobierno: el crecimiento económico y tener una perspectiva muy clara en seguridad; son cuestiones que pesaron y donde podría haber ejercido un liderazgo mayor», pero de todos modos «son aprendizajes que he tenido en el camino».

Pese a ello, las encuestas por lo general han mantenido un alto rechazo a su gestión: por ejemplo, en la encuesta semanal Cadem cerró su segundo año de mandato con una desaprobación del 66% y una aprobación de apenas 27%, que volvió a bajar (-2 puntos respecto al sondeo anterior).

Sin embargo, Boric comparó que «nuestros índices de aprobación son mejores que los que tenían los últimos dos gobiernos, por lo tanto, hacer una evaluación solamente con eso me parece antojadizo y supone una falta de perspectiva de la crisis general de la política, de la crisis de representatividad, que es un fenómeno global».

Y aunque admitió que sí le gustaría que la valoración positiva fuera mayor, puntualizó: «Yo no me angustio ni me pongo ansioso con las encuestas. Me gustan más las series largas que la lógica de subir un punto o dos o tres en el sondeo del fin de semana«.

LA CAPACIDAD DE VIRAR Y LA MANERA DE ENFRENTAR A LA ULTRADERECHA

Por otro lado, el Mandatario se defendió de las críticas «por virar en ciertos aspectos», puesto que aquello «es necesario en política y en un mundo que está cambiando muy, muy rápidamente».

«Uno tiene que saber adecuarse, ha de tener cintura, manteniendo una coherencia con los principios (…) Es importante tener cintura y ser flexible. La política no es para fanáticos», enfatizó.

Asimismo, hizo un llamado de alerta frente al avance de la ultraderecha en el mundo, y realzó el camino que deben seguir la izquierda y el progresismo.

«La manera de combatirlo no es solo discursiva. La democracia tiene que cumplir; y en la medida en que mejoremos la calidad de vida de las personas, estaremos avanzando en esa dirección. Así es como hay que enfrentarse a la ultraderecha», apuntó.

«Demostrarle a la mayoría de la población que cuando gobierna el progresismo mejora su calidad de vida en torno a principios que son muy distintos a los que sostiene el presidente (Javier) Milei en Argentina o (Jair) Bolsonaro en Brasil, (Donald) Trump en Estados Unidos, Viktor Orban en Hungría o, acá en Chile, José Antonio Kast y los sectores de la derecha influenciados por ese tipo de liderazgo», sostuvo.

PROGRESOS Y ALIANZA DE LARGO PLAZO, EL LEGADO QUE QUIERE

En tanto, sobre los avances que espera impulsar durante el segundo tiempo de su Gobierno, expuso: «En políticas públicas concretas, la prioridad es mejorar las pensiones, la seguridad y retomar el crecimiento económico», mientras que «como proyecto político, demostrar que es posible un actuar conjunto de la izquierda y la centroizquierda».

De esa manera, quiere que su legado sea «haber normalizado el país y mejorado materialmente las condiciones de vida de la gente en un momento en que había imperado el pesimismo (eso lo vamos a lograr revertir); y haber tomado medidas que avancen en mayor justicia social y una mejor distribución del ingreso».

«Además, espero que podamos formar una coalición de largo plazo para un proyecto progresista en Chile. Tal como lo fue en su momento en Frente Popular en los años 30 y 40 o la misma Concertación (1990-2010)», concluyó.

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