Culpable fue declarado la mañana de este lunes en el Tribunal Oral en Lo Penal de San Felipe, Diego Vera Pizarro, el ahora condenado por la muerte del locutor del CDF, Javier Muñoz, víctima de un choque automovilístico en la comuna de San Felipe durante la jornada del 29 de agosto de 2015.
Este lunes se realizaron los alegatos de clausura de un juicio que comenzó el pasado viernes. Se conoció también el dictamen el tribunal, el que encontró culpable a Vera, quien este viernes 10 de junio conocerá su sentencia.
En la jornada del viernes pasado, se repasaron los acontecimientos en torno a los hechos, cuando se estableció que el acusado de 24 años, iba manejando con 1,09 gramos de alcohol en la sangre, según informó Carabineros.
En su declaración el pasado viernes, Vera señaló que «el día anterior al accidente, yo trabajaba en Rancagua, en la empresa de Codelco División Teniente. Mi turno era el día viernes. Al llegar a la casa estaban presentes mis padres. Con mi papá compartí dos vasos de vino chicos mezclados con bebida, hasta como las 23:00. Posterior a eso me junté con unos amigos con los que habíamos quedado de acuerdo para salir a carretear. Eso fue como entre las 23:00 hasta las 00:00. Luego fuí a la casa de mi abuela en Catemu y decidimos ir a un local en San Felipe a carretear».
Indicó que «cuando salí del local no me ví mal, no es ninguna excusa para mis errores, pensé que podía manejar. Me acuerdo cuando me dirigía a la casa, más allá no me acuerdo, tengo recuerdos vagos. El psicólogo me explicó que fue por el golpe a una experiencia post traumática. Después supe por los resultados de la SIAT y el abogado».
Mis amigos me vieron bien»,
agregó.Además, comentó que «el trayecto me lo conocía bien, siempre los fines de semana cuando no trabajaba, siempre concurría a San Felipe, me sabía bien el camino. Por donde fue el accidente hay un retén de Carabineros, por eso nunca me excedí a la velocidad y uno siempre respeta las normas del tránsito ahí», por lo que, «pienso que me quedé dormido».
«Cuando llegué a la casa, nunca imaginé lo que podía pasar después, de ser responsable de un hecho tan lamentable, de causar tanto daño, dolor y sufrimiento para la familia de Javier Muñoz, especialmente a su señora, sus hijas, mi familia, que también la ha pasado mal. Me siento avergonzado porque mi vida tampoco ha sido fácil. En 2013 me vi aquejado por un cáncer de colón, la pasé súper mal con el tratamiento de quimioterapia. Fue duro, se me abrieron muchas puertas en ese momento. Yo no estaba con contrato y cuando me diagnostican deciden apoyarme y me contratan con todos los problemas que tenía. Fue un golpe anímico para no echarme a morir», reveló.
Sostuvo que «no le gané al cáncer o a la muerte para esto, para que una familia, por el hecho lamentable que cometí, la pasara tan mal. Me duele pensar el hecho de que dejé a una familia descompuesta, unas hijas sin su padre. Ha sido muy lamentable. Pedirle perdón muy sinceramente. Nunca le haría daño a nadie».
«Nunca corrí más de 120 km/h con mi vehículo«, dijo al ser consultado por el abogado persecutor.
El hombre apuntó también que «después de que me diagnosticaron el cáncer, no podía tomar destilado ni fumar. Cuando me dieron el alta, me permitieron tomar cerveza y vino de forma moderada y ocasionalmente».
«Fue una seguidilla de errores«, se cuestionó y acreditó el accidente, en parte «al cansancio, la mala alimentación» y a que el día anterior «había trabajado mucho». Sin embargo piensa que el consumo del alcohol influyó «en un 100%».
Tras su intervención, tocó el turno de declarar a la mujer de Javier Muñoz, quien manifestó que después del accidente «yo caminaba en el aire, no sabía quién era ni tenía fuerzas para seguir haciendo nada. No tomaba conciencia de lo que había pasado hasta que pasó ese fin de semana y ya en nu minuto nos vimos solas con mis hijas. Si bien mi mamá nos acompañó un poco más de un mes en vivir con nosotras, ya teníamos que retomar la vida que en un minuto llegamos a tener con mi esposo».
Añadió que «pasó mucho tiempo sin saber que lo que nos estaba pasando era real y cierto y que por la culpa de un sujeto que en un minuto no pensó en nada, que en un minuto se mofó de todo y que se río de todos, incluso de us propia familia, haya ocasionado el accidente que le ocasionó a mi esposo. Nosotros hasta el día de hoy estamos siendo atendidos por apoyo a víctimas que pertenecen a la Subsecretaría del Delito».
«Ese día viernes era el día de nuestra familia«, dijo.
Muñoz, de 43 años, volvía a su casa tras relatar un partido de Wanderers en Valparaíso, muriendo en horas de la madrugada tras un choque frontal en Panquehue. Su funeral fue masivo y desde el municipio anunciaron que el estadio de la ciudad llevaría su nombre.
Fuente Soy Valparaiso