La capacitación se dividió en dos jornadas y reunió a los equipos multidisciplinarios de los programas y residencias de toda la región de Atacama.
Con el objeto de difundir el énfasis en las buenas prácticas de las diversas líneas de atención en el área de protección a la infancia y adolescencia, el Servicio Nacional de Menores (Sename) de Atacama desarrolló en Copiapó el segundo Comité Consultivo de Organismos Colaboradores donde participaron masivamente representantes de los 43 proyectos en la región de Atacama.
La directora regional del Sename, Anamaría Aguirre, señaló que “tenemos el convencimiento de que este tipo de actividades, donde nuestros colaboradores y nosotros mismos podemos compartir las experiencias vividas en materia laboral, hacen que podamos crecer, cuidando nuestra alianza estratégica en un trabajo que debe ser de la mejor calidad para ir asegurando el bienestar de todos nuestros niños, niñas y adolescentes, y de este modo resignificar sus experiencias, muchas veces traumáticas, ya que tenemos en nuestras manos la importante labor de cuidar el presente de nuestros niños y construir una sociedad más justa”, destacó.
En la oportunidad se realizó la presentación de la metodología y buenas prácticas del programa de reparación de maltrato y abuso sexual Talitakum, quienes atienden dentro de las comunas de Copiapó y Caldera a unos cien casos de niños y niñas que se ven afectados por esta temática.
Además se contó con la intervención del Programa de Prevención Focalizada Gabriela Mistral de la comuna de Caldera y el programa de prevención Focalizada Rayún de Freirina, quienes atienden 90 casos de sus respectivas comunas, interviniendo, en el ámbito de las competencias parentales de la familia de los niños que han sido víctimas de negligencia o testigos de violencia Intrafamiliar, quienes dieron a conocer su fundamental relación con la comunidad y las coordinaciones con los Tribunales de Familia.
Finalmente, la asesora intercultural de la JUNJI, Marjorie Fraile, realizó una charla acerca del método Bick y la metodología Lockzy aportando al quehacer de las cuidadoras de las residencias de la región, junto con analizar la realidad local.
Cabe destacar que el método Bick tiene por objetivo aportar al desarrollo de competencias con los trabajadores de la infancia. El método supone el reconocimiento y la participación emocional del observador en los fenómenos que observa y más relevancia aún, le da a los procesos psíquicos y emocionales de los propios niños y niñas.